El galvanizado en caliente es el proceso de inmersión de piezas terminadas de acero-hierro, en una caldera o baño de zinc fundido a 450ºC, el objetivo del galvanizado es evitar la oxidación, la corrosión que la humedad y la contaminación ambiental pueden ocasionar sobre el metal, pero lo que realmente obtenemos con este procedimiento es una interacción entre el metal y el zinc fundido, obteniendo sobre la pieza unas aleaciones entre estos dos elementos que protegen contra la corrosión de la forma más eficaz.
Pero es importante resaltar que el resultado es una aleación, no un recubrimiento, gracias a este procedimiento obtenemos un material mucho más resistente, con un acabado más duradero y se protege de la oxidación de forma ÓPTIMA y hoy por hoy es la solución más duradera contra la corrosión.
Esta actividad representa aproximadamente el 50% del consumo de zinc en el mundo y desde hace más de 150 años se ha ido afianzando como el procedimiento más fiable y económico de protección del hierro contra la corrosión.